Historia


La historia de Algimia de Almonacid es musulmana; el nombre, su arquitectura, la tradición que se respira nos hace pensar en la época en que las tierras de nuestra provincia estaban bajo dominio árabe, y así fue hasta la explulsión de los moriscos el 1609. 

En el 1610 fue repoblada Algimia por Pedro de Urrea con 27 familias de cristianos procedentes de Navarra y de Puebla de Arenoso, tras los violentos enfrentamientos durante la rebelión morisca. 

Pero fue Jaume I quien conquistó Algimia para la cristiandad el 1239 al pactar una rendición con los pobladores musulmanes, perteneciendo la localidad primero al Duque de Sessa, hasta que fue confiscada por la Corona para venderla posteriormente al Conde de Aranda.

Existen no obstante, indicios de restos de la cultura romana en una inscripción latina en el camino que va de Algimia de Almonacid a Alcudia de Veo, cuya traducción es: «camino privado de Marco Baebio Severino».

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ALGIMIA DE ALMONACID: SU FONDO DOCUMENTAL

INTRODUCCION

Desde hace unos años se vienen realizando, tanto a nivel de comunidad (1) como provincial (2) y municipal (3), la recuperación de la documentación de los archivos. Este mismo fin nos hemos propuesto a nivel comarcal en el Alto Palancia. Esta Comarca, cuenta en su territorio con una treintena de pueblos, que albergan una población aproximada a los 24.000 habitantes. Razones históricas, económicas, sociales, etc. han llevado a esta a una despoblación de sus pueblos y por lo tanto a otro tipo de repercusiones entre las que cabe destacar, pues a ello nos lleva este estudio, la dejadez por el conocimiento de la historia de muchas, por no decir todas, las villas y pueblos de esta comarca y por consiguiente al abandono o ignorancia de sus propios fondos documentales (4).

                  Por eso, es nuestra intención rescatar la documentación y divulgarla en distintas publicaciones para, de esta forma, subsanar no sólo el desconocimiento de sus fondos sino, a la vez, iniciar una serie de artículos encaminados a un mayor conocimiento del pasado histórico de estos pueblos y, en general, del Alto Palancia.

                  Quiero dejar constancia de mi agradecimiento al Alcalde de Algimia de Almonacid, D. Manuel Sebastián Granell, y a su secretario, D. Adrián  Moliner Blay, por las facilidades prestadas para llevar a cabo esta tarea así como su empeño por la difusión de este trabajo.

APUNTES HISTORICOS

                  Algimia de Almonacid, es un municipio de la Comarca del Alto Palancia que se encuentra enclavado al pie de un cerro, en un rincón casi olvidado y desconocido, entre los montes más altos de la Sierra de Espadán.

                  El pueblo de Algimia de Almonacid es de calles escalonadas, empinadas y cortas que se amalgaman alrededor de la iglesia que configura el núcleo antiguo; sin embargo, la zona más exterior de la población fue reconstruida a principios del S. XVIII sobre una cuadrícula, siguiendo la normativa de la Ilustración, debido a que la densidad de población era mayor que en anteriores ocupaciones (5). El número de vecinos ha ido descendiendo alarmantemente en algo más de medio siglo: si en 1.925 la población de Algimia se acercaba a 1.250  vecinos, en la actualidad tiene 399 habitantes (6).

                  La fundación de la actual Algimia de Almonacid es de origen árabe (7); de cuya lengua tomó el nombre, que significa “lugar de reunión, mezquita” (8). Terminada la Reconquista, los lugares de la “vall de Almonecir” – todavía poblados por los musulmanes- fueron concedidos por el Rey D. Jaime el 23 de mayo de 1.238 a Berenguer de Palou, obispo de Barcelona (9); como recompensa a la ayuda que le había prestado en la conquista del reino musulmán de Valencia. En octubre de 1.245, Guillermos Montclos cofiesa tener en feudo “… toda la parte que el mismo Rey D. Jaime había dado a Berenguer, obispo de Barcelona…” (10). Posteriormente, pasó a manos de Rodrígo Díaz, al que le sucedió en el señorío Fernando Fernandez y, a éste, su hija Sancha que se casó con Jaime Pérez – señor de Segorbe-, hijo natural de Pedro el Grande (11). De esta forma, el señorío de Almonacid recayó bajo los dominios del Ducado de Segorbe.

                  En 1.523 y 1.526, se produjo en la Sierra de Espadán, en la que se halla enclavado el Valle de Almonacid, la revuelta de los moriscos. Al finalizar esta “…la Sierra quedó desarmada; las mezquitas, derruidas; los libros del Corán, quemados; y los habitantes obligados a convertirse al Evangelio” (12).

                  El 8 de mayo de 1.581, el Valle de Almonacid fue vendido por D. Antonio de Cardona a Dionisio de Reus, por un precio de 33.000 libras (13); pero poco duraron estos lugares en su poder pues el 4 de septiembre de ese mismo año, Dionisio hacía “donación de la Varonía y Valle de Almonacir, con su castillo y lugares de Ahín, Alfándiga, Mated, Pavias, Almedilla y Algimia, … a favor de la Ilustrísima Señora Doña Juana Henrríquez, Condesa de Aranda, …” (14). Con sus descendientes, los Ximénez de Urrea, se promulgaría el decreto de la expulsión de los moríscos, por lo que estos señores “ … se convirtieron en dueños absolutos de los bienes abandonados, lo que posibilita una refeudalización del campo al producirse el establecimiento de nuevos pobladores” (15). Este hecho tuvo lugar en mayo de 1.610, firmándose la carta-puebla de los lugares de “Ayr y Algimia de Almonacir” el día 1 de junio de ese mismo año por el entonces marqués de Almonacid, Pedro Ximénez de Urrea (16). A partir de este contrato enfitéutico se reanuda la vida municipal en la población: a principios del año 1.611 ya contaba con jurados oficiales, se solicitaba al obispo la residencia fija de un rector y se votaban entre el vecindario las fiestas que se iban a celebrar en honor a los santos Abdón y Senén, San Blas, Santa Ana, San Roque, Santa Tecla y San Antonio Abad (17).

                  Posteriormente, estas poblaciones recayeron en la IV marquesa de Castel Rodrigo, Leonor Moura y Moncada, al casarse esta en segundas nupcias con Carlos Homodei, marqués de Almonacir que en lo sucesivo utilizaría el apellido y título de aquella. Careciendo el matrimonio de hijos los títulos y posesiones de la casa fueron heredados por Juana – hermana de Leonor – casada  con Gisberto Pio de Saboya, príncipe de San Gregorio; desde este momento, el marquesado tendrá continuidad en la Casa de Castel Rodrigo con Francisco (VI marqués), Gisberto (VII) e Isabel María (VIII), casada con Antonio Valcárcel Pérez Pastor.

                  En Algimia de Almonacid seguirá siendo – por poco tiempo – una población de señorío, pues su historia, a partir de principios del S. XIX (18), se desvinculará de los Castel Rodrigo para ser un “municipio libre” pero con un mismo término proindiviso con la Vall de Almonacid, produciéndose el desdoblamiento hacia finales del siglo pasado (19).

LAS FUENTES DOCUMENTALES DE ALGIMIA DE ALMONACID

                Algimia de Almonacid es una población que ha generado pocos estudios, debido en gran parte, tanto al desconocimiento de sus fuentes documentales como a ser un pueblo pequeño. Por esta razón, las pocas noticias publicadas en las que se hace referencia a este lugar sea englobado con todos los pueblos que conformaban el valle de Almonacid y, especialmente encontramos más datos, en las alusiones al alzamiento de los moriscos en la Sierra de Espadán. Luego, nada. En Algimia, como ocurre con poblaciones de similares rasgos históricos, se perdió la documentación árabe, destruida al concluir el ya citado alzamiento. A fines del siglo XVI y sobre todo, con la repoblación de 1.610, se produce la revitalización de la villa de Algimia de Almonacid, dependiente de un señorío. A partir de entonces, se irá generando una documentación “administrativa” que en diversos momentos de su historia hizo promulgar órdenes para la conservación de estos fondos; así, en el capítulo 9 de las Ordenanzas otorgadas en el año 1.724 a Algimia de Almonacid se les mandaba hacer un armario con divisiones “ … que sirva de Archivo de este lugar y se pongan  tres serrojos con tres llaves distintas de las quales tenga una el alcalde ordinario, otra  el regidor primero y la otra el syndico o  procurador genel (general) y que todos los libros y papeles pertenensientes a este lugar se pongan en dicho armario y se arreglen a lios con sus números y se haga en libro de índize en que se note brevemente lo que contiene cada libro y papel, y el número y lio, en que se hallaron para que assi se encuentre fácilmente, lo qual   executará el escribano defechos del Ayuntamiento de este lugar dentro el término de quatro mese baxo la pena de cinco pessos en que también incurran los oficiales sino le premiaren a su cumplimiento” (20).

                  No pareció surtir mucho efecto esta orden, pues en el capítulo 15 de las Ordenanzas de 1.755 se da cuenta no sólo del desorden de los papeles sino de estar rotas las arquillas que servían para su depósito (21). Y así debió de continuar, pues el 16 de diciembre de 1.767 Francisco Granel, síndico procurador de lugar de Algimia de Almonacid, pedía que se le librase copia de una escritura  concedida a esta población por no existir en su archivo (22). Ya en pleno siglo XIX y con motivo del pleito de desvinculación del señorío, el municipio de Algimia tiene que recurrir a los Archivos de la Real Audiencia de Valencia y al de la Corona de Aragón, en Barcelona, para encontrar documentos que le ayuden a llevar a cabo este litigio. Si a este abandono  por la conservación de documentos añadimos los acontecimientos bélicos de finales del XIX y de 1.936-39, podemos agradecer que nos hayan llegado hasta nosotros un centenar de documentos que abarcan desde 1.584 hasta 1.926 (23). Estos se desglosan de la siguiente manera: el siglo XVII con 10 documentos; el XVIII con 38; el siglo XIX con 42 y el XX con 2 documentos.

                  La ordenación ha sido puramente cronológica al no existir documentación suficiente para poder abrir diversas secciones.

                  Por último, hay que aclarar que existen dos documentos del S. XVIII (24) que hacen referencia a traslados de escritura de 1.584 y 1.670. En la clasificación de los fondos no se ha relacionado, pues de otra forma el orden numérico de estos documentos se hubiera visto alterado, teniendo que incluir la signatura a cada documento. De esta forma, queda aquí constancia para completar más las noticias referentes al siglo XVI y XVII de esta población.

Bandera Oficial de Algimia de Almonacid

«Bandera de proporciones 2:3. Terciada en alto. El primero, el del asta, de gules o rojo, con una torre de oro, con una bandera de plata con el asta de sable sobre el torreón central. El segundo o central de amarillo. El tercero, al batiente, de plata o gris perla.»

Esta Bandera ha sido aprobada el mes de marzo de 2004 por Resolución del Conseller de Justicia y Administraciones Públicas. En el proceso de elaboración ha intervenido el Consejo Técnico de Heráldica y Vexilología Local de la Generalitat Valenciana, con la aprobación y seguimiento de todo el proceso por parte del Ayuntamiento de Algimia de Almonacid, el proceso ha durado como sabes varios años, a mi me cabe el honor de ser el que diseño el proyecto inicial y todos los dibujos y documentación que ha sido necesaria para el proceso de adopción, ayudando en todo el proceso al Ayuntamiento, de una forma altruista con la única finalidad de dotar a esta preciosa población enclavada en el Parque Natural de la Sierra de Espadán, de una Bandera Municipal, al igual que he hecho con otras poblaciones de la Comarca».

Escudo Oficial de Algimia de Almonacid

Resolución de 2 de octubre de 2001, del Conseller de Justicia y Administraciones Públicas.

Escudo cuadrilongo de punta redonda. En campo de gules, castillo de oro mazonado y aclarado de sable, terrazado de su color, con una bandera de plata con el asta de sable sobre el torreón central. Al timbre, corona real abierta.

Ramón Gimeno Royo.

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