Siempre estaba ahí, ayudando a todo el mundo, pendiente de sus campanas, organizando cualquier acto festivo, sobre todo religioso, preparando la visita y los regalos de sus Majestades los Reyes, El Encuentro de Pascua, el Corpus, las Fiestas Patronales, El Cristo, la Navidad … Pero también en cualquier otro evento pagano, prestando su entrañable tractor y su trabajo para todo lo que hiciera falta en el pueblo.

 

Aunque en todos ellos se entregaba al cien por cien, era en la organización de la fiesta para su querido San Antón en la que más empeño ponía junto a los últimos clavarios de esta entrañable fiesta. Desde el reparto de lotería, adquisición del pollo para la rifa, organización de la cena y posterior verbena, ornamentación de la Iglesia, seleccionando al predicador para la misa, contratando a los músicos, buscando a voluntarios para llevar el anda, ayudando al párroco en la bendición de los animales y besamanos del cuadro y su posterior procesión por todo el pueblo visitando a todos y cada uno de los enfermos que no podían acudir a la fiesta y, por último, la organización y realización del abundante aperitivo al que todo el pueblo acudía.

Joaquín era una persona sencilla y amable, de las que no hace ruido mientras está a tu lado pero a la que echamos de menos en cuanto sentimos que ya no está junto a nosotros.

 

¡ Viva San Antón !